viernes, 21 de mayo de 2010

Viviendo con Fuerza (part. 3)


Apenas sabía leer, pero esperaba entusiasmada las cartas que Manolo le mandaba desde Badajoz.

Siempre acompañaba a sus cartas una fotografía nueva, vestido de militar, quizás con compañeros, quizás subido en uno de los tanques que arreglaba. Se le notaba feliz, como no podía ser de otra manera, apenas contaba con 19 años. Paula, sin embargo, parecía cada día más decaida. Las tardes lluviosas de San Sebastian no ayudaban mucho, la lejanía de su tierra y su marido lo hacían demasiado duro a pesar de contar con el apoyo de sus dos hermanas y los maridos de estas. Pese a su trabajo limpiando las casas del dinero, no encontraba acomodo. Estaba deseosa de que su marido se reuniera con ella, aunque fuera allí, en la lluviosa San Sebastián y así participar de la vida y no ser una mera observadora.

Mientras llegaba ese día, se contentaba con mal-leer la frases, llenas de amor y cariño, que Manolo le mandaba desde la lejana tierra extremeña e imaginaba un beso, mientras las olas bañaban sus pies descalzos y la arena de la Concha donostiarra.

2 comentarios:

  1. Yo tambien quiero más. Me esta encantado, Angux, estos retazos y pensamientos de una vida, tu vida.

    Y comprendo ahora mejor, lo que comentamos.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias Toni.
    Habrá más, por supuesto ;)

    Un abrazo.

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