sábado, 29 de mayo de 2010

Viviendo con Fuerza (part. 4)


Le gustaba sentir el viento golpeando su cuerpo, suavemente, mientras cogía velocidad, le hacía sentirse vivo, libre. Le gustaba pasearse en moto por las calles de Madrid, yendo de una dirección a otra a entregar las cartas.


Gracias a lo aprendido en el servicio militar, donde había formado parte del grupo de mecánicos, había podido encontrar trabajo en correos. Por la mañana se dedicaba a repartir cartas urgentes y a arreglar las motos de sus compañeros, se había convertido en un fuera de serie con las dos tiempos en general y con las Vespas en particular, esto había hecho que encontrara también trabajo por las tardes, reparando motos en una tienda de compra/venta de motocicletas.

Después, terminada su larga jornada laboral, iba a casa de Isi, su hermana, que estaba impartiendo clases en un colegio del barrio del Pilar, para que le ayudara a sacarse el graduado escolar y más tarde, por fin, llegaba a su casa. Una pensión en casa de Lola, a la que todos los inquilinos llamaban Tata, debido al gran trato y afecto que la mujer ofrecía a estos.

Lola repartía cariño sin igual a todos sus inquilinos, como la madre que nunca pudo ser debido a una infección en los ovarios cuando era muy joven.

Manolo saboreaba el puré que La Tata había cocinado esa noche, mientras, contaba a Paula, que no había tardado en reunirse con él en Madrid, las anecdotas del día de trabajo, las cartas que había repartido a personajes ilustres y como se había caido con la moto cuesta abajo cuando un perro (el mejor amigo del hombre y el peor enemigo del cartero) le había cerrado el paso. Entre risas se acerco a ella, la abrazó por la espalda, la besó la mejilla y puso sus dos manos en su vientre, suspiró hondo: - "Dos mesecitos, Paula" "dos meses para ver a nuestra hija" susurro a su oido mientras la cara de ambos se iluminaba.

jueves, 27 de mayo de 2010

El Ladrón de Recuerdos


Del alzheimer. se tiene constancia desde 1906 gracia al trabajo de los psiquiatras Emil Kraepelin y Alois Alzheimer, que dio nombre a la enfermedad.
Afecta a 30 millones de personas en el mundo y cada año se suman 4.6 millones de nuevos casos. Se estima que para 2050 la cifra se elevará a 100 millones de casos.
Los casos, doblan su número cada 20 años.

La enfermedad progresa acabando con las neuronas del paciente de manera progresiva e irreversible.
Juega con el tiempo, dando vueltas al reloj de arena, permitiéndole recordar hechos de épocas más lejanas y borrando los recuerdos más recientes.
Se alimenta de estos, jugando con ellos como un gato juega con un ovillo de lana, llegando al punto, cuando la enfermedad está muy avanzada, que no deja que el paciente reconozca ni a familiares, ni amigos.

Y son los recuerdos la única posesión que tenemos, nos recuerdan lo que hemos sido y nos dictan lo que seremos. Y el alzheimer se encarga de robárnoslos y nos roba el alma, y nos quita nuestra estrella polar.

Como Pasa el Tiempo...


Como pasa el tiempo compañeros, amigos...

Hace tan solo tres añitos nació mi princesa. Fue un 31 de enero, como hoy, soleado.
Recuerdo que pensé que era un día estupendo para su nacimiento, pobre idiota (¿acaso existe algún día malo para que nazca tu hij@?).

Llegamos al hospital por la mañana, Marta, mi mujer, estaba tremendamente gorda y tremendamente hermosa. Teníamos una cita con los monitores a las 13 horas. Sabíamos desde hacía ya algún tiempo que la niña venía de nalgas, por lo que, lo más seguro, es que tuvieran que practicar una cesárea, pero habían dejado pasar el tiempo para ver si la pequeña se daba la vuelta y podía ser parto natural. Después de monitores, los médicos nos preguntaron si estaba bien que la niña naciese ese día. Por supuesto respondimos que si, y así dio comienzo, aún habiendo empezado hace tiempo, uno de los días más felices de mi vida.

Recuerdo los nervios de la espera, no pude entrar en el quirófano, (siendo cesárea y no siendo príncipe, no está permitido) recuerdo el cigarro sobre otro cigarro, recuerdo los pasos largos, la mirada en el suelo. Y por fin, la llamada de los médicos. Todo había salido bien, eran las siete de la tarde, mi mujer estaba recuperándose de la anestesia y podía ver a mi hija.

Era preciosa.
Al verla, he de confesar que se me escaparon dos lagrimillas, las lágrimas más felices y orgullosas que serán capaz de recorrer mis mejillas, lágrimas con sabor a miel, explosión de los nervios contenidos, emoción ante los abrazos y felicitaciones, deuda eterna con Natura.
Una niña preciosa, sentí desde ese momento que la quería como nunca antes había querido a nadie.

Desde entonces tres añitos, parece que fue ayer...

Quería contar este episodio de mi vida por varias razones, posiblemente la más importante es porque quizás el día de mañana mis dos pequeños (del pequeño haré una entrada en su momento, con vuestro permiso) se interesen por lo que aquí escribo y me gustaría que leyesen estas entradas y sepan lo todo que significan para su padre.

Así pues:
Felicidades, pequeña, que sepas que tu padre te quiere con locura.

Entrada de La Caraviñeta el 31/01/2009 con motivo del cumpleaños de mi hija. http://lacaravinieta.blogspot.com/2009/01/como-pasa-el-tiempo.html


Un saludo.

viernes, 21 de mayo de 2010

Viviendo con Fuerza (part. 3)


Apenas sabía leer, pero esperaba entusiasmada las cartas que Manolo le mandaba desde Badajoz.

Siempre acompañaba a sus cartas una fotografía nueva, vestido de militar, quizás con compañeros, quizás subido en uno de los tanques que arreglaba. Se le notaba feliz, como no podía ser de otra manera, apenas contaba con 19 años. Paula, sin embargo, parecía cada día más decaida. Las tardes lluviosas de San Sebastian no ayudaban mucho, la lejanía de su tierra y su marido lo hacían demasiado duro a pesar de contar con el apoyo de sus dos hermanas y los maridos de estas. Pese a su trabajo limpiando las casas del dinero, no encontraba acomodo. Estaba deseosa de que su marido se reuniera con ella, aunque fuera allí, en la lluviosa San Sebastián y así participar de la vida y no ser una mera observadora.

Mientras llegaba ese día, se contentaba con mal-leer la frases, llenas de amor y cariño, que Manolo le mandaba desde la lejana tierra extremeña e imaginaba un beso, mientras las olas bañaban sus pies descalzos y la arena de la Concha donostiarra.

Viviendo con Fuerza (part. 2)


El humo espesaba la sala de espera. Manolo no paraba de fumar, los nervios le obligaban a andar sin descanso. Paraba, apenas apoyaba el culo en el asiento, volvía a ponerse en pie como un resorte y se encendía otro cigarro. Algo malo estaba pasando, lo presentía. A los pocos minutos de esta intuición le llamó el médico:

- "Manolo, verdad?". -"si, dígame doctor, ocurre algo? Ha salido todo bien?" preguntó casi tartamudeando.

- "bueno... Eh... Su mujer está bien. Su hijo, sin embargo, no ha sobrevivido al parto. El cordón umbilical se le ha anudado al cuello y... Bueno... No hemos podido..., no, no hemos podido".


Abatido, Manolo dejó caer el cigarro al cenicero de pie que estaba junto a la puerta y cayó derrotado en la silla por unos minutos. Después, pensó en su mujer, respiró hondo, y salió de la sala de espera camino a la habitación en la que Paula miraba al techo con los labios apretados y los ojos tratando de contener las lágrimas. Manolo le puso su mano en la cabeza, suave. Ella esbozó un intento de sonrisa y no se dijeron más......... nada más con palabras.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Viviendo con Fuerza (part. 1)

Podría empezar por cualquier otro instante en sus vidas. Por como se conocieron en las entrañas de la Extremadura de finales de los 60, por las tardes de vino y risas en los prados cercanos al pueblo, por los bailes en los guateques, por el primer beso... pero son momentos que desconozco pues, aún viendo fotos de estos, nunca se me han sido contados y nunca me he atrevido a preguntar, no me preguntéis el porqué.
Podría hablar del primer "te quiero", de la primera discusión de pareja... de la primera reconciliación, del último beso antes de la despedida, pero ¿quien no tiene estos momentos en su memoria?.

No, no voy a comenzar por ahí, prefiero empezar cuando su vida en común decidió girar, cuando Fortuna les marcó con una cruz escarlata en la espalda, cuando las muchas desgracias y la fuerza que demostraron para acabar con ellas les han convertido en un ejemplo a seguir en este sentido... al menos, para quien esto escribe.
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Prefiero empezar por el momento en el que todo se precipitó.
En el momento en el que supieron que Paula estaba embarazada, exigía la cultura popular, que los jóvenes terminaran uniéndose en matrimonio. Y así lo hicieron, sin fotos que atestiguaran tal unión, ni tal deshonra para la familia, los dos jóvenes se convertirían en marido y mujer hasta que la muerte los separase... O mejor dicho, intentara separarlos, pues ni la muerte pudo vencer las ganas de vivir y de luchar que ambos, aunque nunca les sonrió la fortuna, atesoraron durante toda su vida.
Un saludo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Como Barro Cocido.


El hombre siempre ha necesitado de las religiones, quizás por la necesidad de creer en otra vida, en el valhalla, en el paraíso. Otra vida que más nos ofrezca que la que tenemos, y un intento, a su vez, de darle una explicación y un sentido a esta, pensando que solo se trata de un camino, un aprendizaje o un examen que según actuemos nos llevará al ansiado edén o, en su defecto, al peor de los infiernos.

Pero la mente humana es más frágil que el ala de una mariposa, y utilizando la religión y las ansias de la gente de ganarse esa vida mejor, los humanos hemos intentado dominar la voluntad de nuestros semejantes, tan moldeable como el barro cocido, convirtiendo a nuestra religión de turno, a cuantos más mejor y negándoles la capacidad de distinguir por ellos mismos entre el bien y el mal.

Muchos son los pasajes de La Biblia que son, cuanto menos, cuestionables. Muchos, son los que te hacen pensar si verdaderamente se trata de la palabra de un Dios.
Uno de ellos, quizás el que más, es el que nos habla de Abraham y su hijo Isaac (Génesis 22:1-19): En este, Abraham parte a la región de Moriah junto a su hijo para, tras más de tres días de viaje, ofrecerle en sacrificio al Señor, por petición expresa de este. Cuando Abraham iba a clavar el puñal en el corazón de su hijo, un ángel impidió tal acción, cambiando a Isaac por un carnero y premiando a Abraham por seguir sus órdenes, fueran cuales fueran estas.

Y yo me pregunto, ¿Que clase de dios es capaz de ponerte en la tesitura de elegir entre él o tu propio hijo? ¿Qué dios sobrehumano está tan necesitado de amor y requiere y exige que así se lo demuestres? ¿Qué dios necesita ser tan idolatrado? Pienso que cualquier persona en su sano juicio no dudaría ni medio segundo en salvar a su hijo en detrimento de su fe y pienso, que Dios, de existir este, premiaría tal acción.

domingo, 16 de mayo de 2010

El Ritual

Todas las sociedades preparan el cadáver de alguna manera antes del funeral, una costumbre que parece remontarse hasta el hombre de Neandertal que pintaba a sus muertos de rojo antes de darles la despedida. Dependiendo principalmente de la cultura o religión, el rito ha sido distinto de unos sitios a otros. Así pues el enterramiento es sin duda el más aceptado (Los primeros entierros de los que se tienen constancia son de grupos de Homo Sapiems) pero existen o han existido otros muchos, como, la también muy aceptada, cremación o el embalsamiento (de posible origen Egipcio y que consiste en mediante sustancias químicas mantener el cuerpo del difunto en el mejor estado posible).
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Muchas culturas, de otros tiempos, se ofrecían a la naturaleza en un intento de devolver a esta lo que antes nos había sido prestado por ella. El cuerpo.
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En nuestros tiempos, aún hay culturas donde aún se puede ver ejemplos de este último contacto postmorten del hombre y naturaleza como el conocido como El Funeral Celeste practicado en el Tibet.
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Entrada del 2 de Noviembre del 2008 en
http://lacaravinieta.blogspot.com/2008/11/la-secuencia-la-despedida-el-ritual.html
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Un saludo.

jueves, 13 de mayo de 2010

La Pérdida.


El miedo a la muerte puede ser uno de los sentimientos más racionales, más humanos.
Miedo a no seguir compartiendo momentos con tus seres queridos, a no seguir acompañando a tu pareja, a no volver a charlar y reír con esta o con algún amigo, a no ver crecer a tus hijos y poder disfrutar de ellos cada minuto…

El solo hecho de pensar en ello, resulta aterrador. Es por esto, que cuando una de estas queridas personas nos abandona, el dolor puede ser inaguantable y el sentimiento de vacío, nos llena.
Los "porqués" nos invaden y daríamos parte de nuestra vida por una despedida, dos minutos en los que decirle las cosas que posiblemente en vida no le dijimos y ahora pensamos que deberíamos haber hecho.




Un saludo.

martes, 11 de mayo de 2010

El Peso de la Conciencia.


Hay veces que los recuerdos se convierten en un lastre. Una carga demasiado pesada para cargar solo y demasiado molesta para que alguien ayude a llevarla. Pues solo el hecho de pedir ayuda y revivir los recuerdos la duplica. la hace más pesada, cada vez más pesada…. Y uno termina solo, abatido, incapaz de soportar ese peso y deseando que alguna vez , el remordimiento termine por aplastarlo del todo.
Un saludo.

Me Presento.


Pue si, otro blog... desde luego tendrá este poco que ver con los anteriores...

Será este un blog dedicado a nada, sin ninguna imposición de tiempo y con la única utilidad de colmar mis ansias de escribir, abrirme y comunicarme.

Un blog en el que escribiré de lo que buenamente me pase por la cabeza, reflexiones baratas de un don nadie más.

Posiblemente un blog que poco os puede ofrecer a los que lo visitéis y sin embargo, será una ayuda para quien lo escribe, una liberación. Un blog egoista, si, en el que, por supuesto, estáis invitados a participar con vuestros comentarios si os parece bien.

Un saludo.