miércoles, 9 de junio de 2010

Viviendo con Fuerza (part. 6)


Antonia, entró en casa rápidamente, como si sus más de 100 kilos de peso tiraran directamente de sus piernas en lugar de cargarlas y entorpecerlas. Sabía que era mensajera de buenas noticias, y no había otra cosa en la vida que hiciese más feliz a la madre de Paula, como demostraría el resto de su vida, que repartir felicidad por donde pasara: - Paula! Paula! Es Manolo, esta en el teléfono de "ancá" la Zalamea. La Zalamea, aparte de la comadrona, era la única que tenía teléfono en todo el pueblo. Paula dio un bote y salió corriendo hacia la casa de la comadrona, esa misma noche había estado con ella mientras daba a luz a Juan Manuel, su segundo hijo, pero en estos momentos no lo parecía, nadie podría imaginar que la sombra veloz que salía por la puerta era de una "recién parida".
Dejó al pequeño Juan Manuel en brazos de Antonia y corrió, quizás más rápido que nunca, para llegar a la voz de su marido.

- ¿Si? ¿Manolo?

- Que, niña ¿Que tal? - La voz de Manolo se oía débil, apagada. Aunque intentara desmostrar cualquier otra cosa, se notaba sin fuerza.
- ¿Que tal el parto? Y Anabel? Y el pequeño?

- Todo bien Manolo, todo bien. El parto estupendo, muy rápido, como venía más pequeño de lo normal... no ha pesado mucho, pero es fuerte. Dice la Zalamea que él solo saldrá adelante sin ayuda de incubadora ni nada.

- je,je, no se yo a quien habrá salido... ¿Un mes antes de salir de cuentas, no?

- No, no, dos meses, es sietemesino, muuuy delgado, se le notan todos los huesitos... y unos pies... menudos pies tan grandes.

- ¿Osea que ha nacido el 30 de junio en lugar de el 30 de agosto?.... ¿Se puede decir entonces que le falta un verano? - Manolo hizo un intento de risa que se convirtió en un fuerte ataque de tos, su voz se volvió aún más apagada -.... niña, estoy muy mal... espero salir de esta para poder veros y abrazaros, vivir un tiempo más a vuestro lado... ver crecer a los niños...tirarnos en la hierva como el día en el que te conocí... aunque esta vez los cuatro... quiero salir de esta, niña...

- Y vas a salir idiota, ¿Que te crees?. No..no digas tonterias....

- Ayer creí que no llegaba, niña. No tenía dinero ni para una mierda de taxi, todos los vecinos estaban trabajando y, finalmente, tuve que ir al Uno de Octubre en autobus.... vomitando sangre. Creí que no iba a llegar, Paula, creí que no llegaba...

- Tranquilo, ....., en dos días estoy allí. Dejo a los niños con mi madre, como acordamos, y te veo en dos días, ¿vale? ya verás como llega algún riñón compatible, ya verás...........

- No llores Paula, no llores por favor, llegará ese riñón seguro, mientras tanto cuida de mis niños, ¿vale? y háblales mucho de mi. Un beso cariño, te tengo que dejar.

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