Hay veces que los recuerdos se convierten en un lastre. Una carga demasiado pesada para cargar solo y demasiado molesta para que alguien ayude a llevarla. Pues solo el hecho de pedir ayuda y revivir los recuerdos la duplica. la hace más pesada, cada vez más pesada…. Y uno termina solo, abatido, incapaz de soportar ese peso y deseando que alguna vez , el remordimiento termine por aplastarlo del todo.
Entrada del 9 de octubre del 2008 en http://lacaravinieta.blogspot.com/2008/10/la-secuencia-el-peso-de-la-conciencia.html
Un saludo.
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